CINCO GATOS CON UNA PERRA

LA PERRA (o la necesidad de ser amado)

Texto y dirección: Cristina Rojas
Elenco: Homero Rodríguez, Cristina Rojas, Raquel Mirón, Chema del Barco o Javier Márquez y Mónica Mayén.
Una producción de Tenemos Gato

SALA CUARTA PARED, del 17 de octubre al 2 de noviembre a las 21h.
DURACIÓN: 85min.

Lamento haberme perdido Felicidad, que estuvo hace dos años en Madrid en el Lara y cosechó bastantes reconocimientos entonces, o alguno de los espectáculos previos de la compañía malagueña “Tenemos Gato”, que ahora presenta en la capital su última puesta La perra (o la necesidad de ser amado). Pero todo esto se ha traducido en una agradable sorpresa al ver este montaje en la Cuarta Pared. En La perra se plantea el, ofreciendo a la vista los materiales a utilizar , hacer que estos recursos se diversifiquen ofreciendo al final una visión múltiple sobre el tema: cinco actores y un espacio escénico único, delimitado por un cuadrilátero ocupado por una superficie de arena de la que emergen lo que remeda un campo de maíz, espacio exterior en lo interior; pero que no llena toda su superficie, planteándose en lo liminar los espacios domésticos de la familia. Cinco actores incorporando a quince personajes; y un espacio en principio incómodo, ya que todo el inicio de la obra transcurre en esos límites de la escena, y que se convierte en un espacio plástico y múltiple según avanza el desarrollo. El punto de arranque de la trama no deja de ser convencional. La reunión para Navidades en la casa de campo de una pareja mayor de sus dos hijas y sus respectivas parejas y familias. En una de la familia, aparte de una niña, viene de serie una perra. Una perra pointer cruzada, ya vieja; una perra insignificante; algo que tiene valor sólo para sus personas cercanas, para sus amos, para los que la quieren, para aquellos a los que la perra quiere.

El incidente desencadenador es la huida de la perra, que asustada por los fuegos artificiales se le escapa de entre las manos a la pareja de una de las hijas. Esto desencadena una búsqueda obsesiva del animal doméstico en el cuál la tenacidad de su dueña, pese a su abultado embarazo, sobrepasa los límites de la normalidad. La obra y el montaje es una sucesión de pequeñas escenas, muchas de ellas realmente pequeñas joyas, encabezadas muy brechtianamente por el titulo de cada escena, dictado a un micro por alguno de los actores. En las transiciones vemos la preparación de los actores para ejecutar la escena. Los cambios de vestuario, de caracterización, de lugar en el escenario, etc. Aunque no sea un procedimiento nuevo el mantener a todo el elenco ante nuestra vista y dejarnos ver sus entradas, sus salidas, sus cambios, en este caso se logra la visión de un cuadro que se va pintando al tiempo que transcurre la obra. Asistimos así al desarrollo de un doble retrato: por una parte, el de los personajes que hemos citado. Por otra, el del entorno social y los diferentes tipos que lo conforman. Cada escena añade una pincelada más en ese retrato, que cada vez es más rico, más contrastado, más apasionante.

El trabajo de los actores es muy de reseñar. El doblar personajes no crea en ellos ningún vicio de quedar sometidos a empatizar con ellos (ni que a nosotros tengamos que simpatizar con ellos). Pero, sin embargo, logran en cada escena, con elementos mínimos, una caracterización adecuada y convincente de cada uno de ellos, y no dejan de desencadenar su trabajo admiración por lo ajustado y diverso de éste, sin caer en exageraciones ni en divismos: con una sencillez que unida al trabajo bien hecho despierta admiración.

Quizá la estructura episódica elegida y este salto entre escenas llegue a fatigar al concentrar la columna vertebral en la búsqueda, con lo que esto produce un debilitamiento del juego de las relaciones dentro de la familia, y podrían extenderse más el desarrollo de los conflictos que hay entre los personajes principales, que no se evitan y están presentes pero que quizá se hubiera agradecido ver más compensados con la búsqueda.

Pero pese a ello, el gran trabajo de toda la compañía y una apuesta arriesgada hace que el trabajo de “Tenemos gato” merezca todo mi aplauso.

RAÚL HERNÁNDEZ GARRIDO

Tras «Felicidad», Finalista a los Premios Max 2018 a Mejor Autoría Revelación para Cristina Rojas y Homero Rodríguez, Candidata a los Premios Max 2018 a Mejor Espectáculo Revelación, Premio Mejor Espectáculo de Sala en la XXI Feria de Teatro de Castilla y León-Ciudad Rodrigo, Premio a Mejor Espectáculo 2019 en Indiefest-Escena Miriñaque y listada entre Los Mejores Montajes Teatrales de 2017 en La Sala de RNE.

Sinopsis

Hablamos de amor. De pérdida. De búsqueda. Seguimos manteniendo la premisa de que los intérpretes somos libres de improvisar cada día un 5% del texto. Nos gusta la música. Hablamos sin pensar. Somos brutas. Y somos niñas. Y somos viejos. Y somos animales. Nos gusta el campo. La tierra. Hablamos de lo que nos pasó. Y nos lo inventamos. Y cada día es un poco distinto. Y el teatro es nuestra manera de cambiar lo que podamos el mundo. O no cambiarlo nada. Todo es muy triste. Y nos reímos. Y somos graciosos. Y nada más. La perra.
Cuando en Nochevieja Marisol se fue su familia se quedó horrorizada. El tiempo se paró. La mujer sabía que la culpa era del hombre. Pero eso ya no importaba, había que encontrarla. Él y ella movieron cielo y tierra buscándola. Conocieron personas que antes no existían y que acabaron siendo lo único que tenían. Pistas. Casas abandonadas. Campos. Zorros. Cazadores. Playas. Su hija también sufría. Y ellos. Sabían que Marisol también. La mujer se juró a sí misma no rendirse, pero cada día que pasaba era más difícil y más tenso. Marisol es una perra. Y la perra acabará hablando. Tiene que hacerlo. Y además, habla desde al corazón.
La pérdida de la perra como excusa para hablar de las relaciones familiares. De padres, abuelas y abuelos, hermanas, hijas y nietos. De antiguas relaciones, de amigos de toda la vida y de desconocidos. De animales. De amantes de los animales y de todo lo contrario. De la necesidad de todos de ser amadas y amados.
5 intérpretes y 15 personajes. Unas marismas. La luna. La música. Lo nuevo de Tenemos gato.
Basado en una historia real y radicalmente ficcionada .

Sobre la compañía

En el año 2008 y por La naranja completa, nace tenemos gato como compañía de teatro y a partir de 2015 pasa también a ser productora audiovisual con la película Seis y medio.
En tenemos gato se tratan temas como: la soledad, el sexo, las incertidumbres, la crítica política, la maternidad, el amor, la soledad, la familia, la ambición, la homofobia, la amistad, las mentiras… en definitiva todo aquello que les inquieta de una o de muchas maneras.
Con su cuarto montaje, Felicidad, esta vez dirigidos por Cristina Rojas y con texto de Homero Rodríguez y Cristina Rojas, co-fundadores de tenemos gato, la compañía gira hacia un teatro hiperrealista, y con más intérpretes. El estreno fue en el Teatro Cervantes en el XXXIV Festival de Teatro de Málaga. Finalista a los Premios Max 2018 a ‘Mejor autoría revelación’, ganadora del premio a ‘Mejor espectáculo de sala’ en la XXI Feria de Teatro de Castilla y León, Premio a Mejor Espectáculo en el Festival Indiefest 2019 de Escena Miriñaque y listada entre Los Mejores Montajes del año para RNE. Sigue de gira y su texto ha sido publicado por la Editorial Acto Primero.
Y en 2019 estrenan La perra, (o la necesidad de ser amado), con texto y dirección de Cristina Rojas, escenografía de Alessio Meloni y con Raquel Mirón, Chema del Barco o Javier Márquez, Homero Rodríguez, Mónica Mayén y Cristina Rojas en el reparto.

EQUIPO

TENEMOS GATO
Texto y dirección: Cristina Rojas
Ayudantía de dirección: Raquel Mirón
Diseño de escenografía: Alessio Meloni
Vídeos y Diseño de iluminación: Rocío Pin-Art
Elenco: Homero Rodríguez, Cristina Rojas, Raquel Mirón, Chema del Barco o Javier Márquez y Mónica Mayén.
Músicas: Jose González, Lole y Manuel, Devendra Banhart…
Fotografías: David Sagasta, Daniel Pérez, Tino Yamuza.
Diseño Gráfico: Omar Janaán
Distribución: Susana Rubio-Nuevos Planes Distribución
Comunicación: Gran Vía Comunicación.
Una producción de tenemos gato