PROHIBIDO VOLAR

CRÍTICA

Anatomía de un Vencejo

Una presa escucha desde su celda trece tiros de gracia. Desea ser ella una de las trece mujeres asesinadas. Una monja la visita durante tres días seguidos con un fin que la presa no descubrirá hasta el último momento. Un vencejo planea extrañamente entre las sombras de la mazmorra.

En un tono poético, pero claro y contundente se nos muestra la necesidad de creer en la vida y mantener la memoria.

Autor

Antonio M. Morales Montoro

Dirección

Natividad Gómez

Compañía

La Paranoia de Trastaravíes

Actores

Sandra N. Maroto
Paloma Mariscal
Cristina Martínez

SALA LA USINA

 

Antonio Morales Montoro, desde su localización en Morón, paso a paso, está logrando situarse entre los autores más activos en el teatro español actual. Una serie amplia de publicaciones está divulgando su trabajo, y a esto se suman montajes que poco a poco empiezan a llegar a Madrid. Creo que esta Anatomía de un vencejo es la primera que se estrena en Madrid. Lo hace en la pequeña Sala La Usina, y el carácter del espacio reducido, cerrado, de este centro le da al montaje de su pieza un valor añadido. Su texto ganó el Premio de Dramaturgia Invasora este año y ha sido publicado por esta tan loable editorial, Ediciones Invasoras. Está ambientado en los momentos de la represión franquista del final de la guerra, parte de la anécdota del fusilamiento de las llamadas 13 rosas para desarrollar la historia de la relación de lo que parece ser una víctima y alguien de los que mantienen su infortunio. La historia de una monja y de una detenida, condenada a ser fusilada con las 13 rosas, y a la que le salvó la infamia: el haber sido violada por el capitán encargado del penal y haber quedado embarazada de él. El crimen de la mujer es simplemente tener otra orientación sexual que la que la estricta moralidad de los vencedores permiten. Su tortura va a ser vivir el día al día de ese embarazo no deseado para luego ser desposeída a la vez de su hijo, del hijo de la ira, y de su vida. Sobre esta monja y esta presa circula una sospecha. La presa cree reconocer a la muy pudibunda monja, pero no acaba de dilucidar de qué. La crueldad es inevitable que circule entre ambas. La presa sabe cuál va a ser su destino… Pero también de forma soterrada aparece el entendimiento, la comunicación.

Hay una tercera voz. Es una actriz “física”, pero podría ser una voz en off. Al personificarla, uno no duda en identificarla con uno de los personajes ausentes del relato, aquél que representa el amor perdido. Esta voz será la que nos desvelará la anatomía del vencejo, describiendo cómo la biología determina la vida de este ave que parece pertenecer más a la zoología metafórica que a la biológica. Vivir siempre en libertad, vivir en el aire, y ser la tierra su muerte. La obra tiene un punto de giro inesperado, y nos hace reflexionar acerca de las apariencias y de cómo lo inesperado puede poner un punto amargo de esperanza en la vida. El vencejo puede retomar el vuelo, aunque sea pasando el trance de la muerte.

El elenco y la dirección explotan todos los recursos de esta situación insostenible de encierro. La obra nos recuerda un pasado terrible, y nos advierte de que aún puede suceder, que  hay lugares donde esto aún está sucediendo.

RAÚL HERNÁNDEZ GARRIDO

  

 

 

 

Entradas

13 euros

Funciones

Domingos 3, 10 y 24 a las 18:00

SALA LA USINA

C/Palos de la Frontera, 4. Madrid

http://www.lausina.es/

91 468 4754

670 580 570

 

 

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