GRUMELOT REVIVIFICA A LORCA

CRÍTICA

Sin título. Un imposible a partir de textos de Lorca

Autoría y dirección

Íñigo Rodríguez-Claro y Carlota Gaviño

a partir de textos de Lorca y del propio elenco.

Elenco: Maitane Aspe Fid, Estibaliz Gil Rodríguez, Gonzalo Gómez, Olga Hernández, Pablo Labaig, Carlos Laguna, Marian Moncho Borja, Angélica Moyano, Susana Plaza Carro, Carlos Pulpón y Mario Tello.

Una propuesta de Grumelot

NAVE 73

MIÉRCOLES 8  y 15

JUEVES 9 y 16

Funciones a las 18:00 y las 20:30


El 18 de agosto de 1936, todos lo sabemos, Lorca fue fusilado en su Granada natal. Huyendo de Madrid de la amenaza de la recién iniciada Guerra Civil se fue a meter justo en el peor lugar para él. Buscó inconscientemente la muerte y ahí se interrumpió una expectativa. La de qué hubiera sido de la obra de este poeta, dramaturgo e instigador cultural que muerto con 38 años dejaba un legado literario en el que se combinaba el populismo, un simbolismo que se acercaba a lo surreal y un mundo muy personal que sin embargo, en ese momento estaba en evolución. Si él no hubiera acudido a la llamada de la muerte, la evolución de su obra tal vez nos hubiera dado un aspecto muy diferente de su perfil literario, ahondando en esos aspectos más oscuros de su escritura aunque seguramente sin dejar de prestar atención al interés despertado por el gran público a nivel mundial. Yo creo que sinceramente Lorca hubiera ganado el Nobel (Arturo Barea fue tras la guerra uno de los más sonados candidatos a este premio, que finalmente recayó décadas después en el compañero de generación de Lorca, Vicente Aleixandre) y que su obra hubiera seguido extendiéndose a nivel aún más popular. De hecho, Buñuel tras la guerra es llamado a Estados Unidos y llega finalmente a México con la idea de rodar La casa de Bernarda Alba. No sería de extrañar que Lorca hubiera acabado cuajando en Hollywood, y al Nobel uniera los Oscar.

El caso es cómo habría evolucionado su teatro, y sobre todo su teatro imposible. Hasta qué punto él hubiera seguido por ese camino, en el que desborda la idea tradicional del teatro —al que, sin quererlo, él se había sometido— buscando en el teatro una forma de expresión más libre y quizá más personal. Por ahora, nos quedan lo que son dos obras inacabadas, El público y (comedia sin título), una obra tan irregular como Así que pasen cinco años y un puñado de preciosas obras cortas en que ese trabajo de escritura libre se aprecia de forma más clara.

Por ahora, tras esa fecha que marca la liberación de derechos de autor de Lorca, los 80 años de su muerte, su figura ha sido atacada desde diferentes lugares, muchas veces con el apoyo de instituciones o grupos bien apoyados por éstas, para hacer una serie de sucesivas lorquianadas, hasta llegar a cosas de tan poco buen gusto como querer enmendar la (comedia sin título) dándole título y final o recitar El público como si fuera una revista o ver por enésima vez su relación con Margarita Xirgú. El corazón de Lorca, de tanta lorquianadas, está necrosado y de seguir así su figura decaerá pronto, muriendo definitivamente de un balazo más mortífero que el del proyectil con que le fusilaron.

Por muchas razones, este Sin título que nos trae Grumelot revivifica a Lorca y juega sobre la propuesta de la (comedia sin título) a través de tomar escenas no sólo de esta obra, sino también de El público y Así que pasen cinco años, del Poeta en Nueva York y de diversas poesías e imágenes inspiradas o fermentadas a partir de la obra y la vida de Lorca. Esa propuesta es la de cuestionar el teatro y romper la formalización estanca que se da en él, entre espectadores y público, así como la de someter a cuestión el imperio de esa diosa que se establece en la escena, la diva, que anquilosa el trabajo del autor. Y examinar si puede haber un teatro que llegue por fin a la realidad y no se esconda en su muro de bambalinas y telones, y sepa abrirse a la revolución, que sacude los cimientos del teatro.

La cuestión en Sin título es crear un imposible, dentro de la teoría de Lorca de un teatro imposible, no hecho para agradar, sino para remover, y en el que la libertad formal se aunara a un exceso estético no sujeto por ninguna economía.  La (comedia sin título) es el disparadero de salida de esta experiencia, en la que se utilizan además diferentes medios parateatrales. Teatro inmersivo, utilización de nuevas tecnologías (whatasapp con posibilidad de respuesta, mensajes de audio —esto último, el mensaje de sonido, tal vez lo más precario y menos desarrollado en el montaje). Teatro personalizado, en que los espectadores se individualizan para ser público único de una escena, para incluso poder intervenir en ella, teatro de proximidad. Teatro aleatorio, en el que lo que vemos depende del número que se nos haya asignado al entrar, y así se nos va moviendo por diferentes espacios en los que somos testigos a veces, otras copartícipes, siempre cómplices, de esos momentos escenificados o vividos arrancados a Lorca. Teatro de participación, en el que se nos invita a ser parte de la representación, no público pasivo, en que podemos tocar a los actores, bailar con ellos, hablar con ellos, beber con ellos.

Sin título es una experiencia realmente estimulante y un trabajo de una coordinación absoluta y de gran impacto. Su objetivo, revivificar a Lorca. Su pretensión, transmitirnos el sentido de la belleza presente en su obra. El resultado, un juego complejo en el que es un placer participar. Y un trabajo de entrega de unos intérpretes muy jóvenes que se prestan sin ninguna protección a este experimento.

RAÚL HERNÁNDEZ GARRIDO

Y de teatro, ¿qué tienes terminado o en preparación?

¿Terminado? Un drama social, aún sin título, con intervención del público de la sala y de la calle, donde estalla una revolución y asaltan el teatro. “Una conversación inédita con Federico García Lorca”

En una entrevista de noviembre de 1935 para El Mercantil Valenciano, Lorca,preguntado al respecto de la “innovación revolucionaria, subversiva” que aportaba su teatro, respondió: “En lo formal, acabo de terminar un acto completamente subversivo que supone una verdadera revolución de la técnica, un gran avance.” El acto del que habla es, sin duda, el que conservamos de la tradicionalmente conocida como Comedia sin título y la revolución, en efecto, supone la ruptura de todas las convenciones de lo teatral y la puesta en cuestión de la validez, incluso de la pertinencia, de la ficción.

Lorca busca provocar en estas piezas llamadas “imposibles” una explosión que dinamite los cimientos de un teatro burgués “hecho por cerdos y para cerdos”. Pareciera que la voluntad de irrupción de lo real en lo artístico que anima al Lorca más experimental a proponerse ofrecer a su público ese “la realidad” es la misma que anima al Magritte que proclama, también en la década de los 30, que la representación de una pipa no es la pipa misma. Y que su necesidad de “hombres de carne y mujeres de carne” en lugar de “actores” entronca con la experimentación de aquellos que, desde la década de los 60, convirtieron sus cuerpos en el soporte de su práctica artística inaugurando el género que hoy conocemos como “performance” o Arte de Acción.

Sin Título, tiene la intención de trazar el camino de búsqueda de la belleza a través de diferentes lenguajes no todos comunes que ceden su voz a todas nuestras dudas, miedos, ira y melancolía como también a nuestras esperanzas.

¿Hasta qué punto es aún vigente la revolución planteada por Lorca en Comedia sin título, Así que pasen 5 años o El público? ¿Cómo atacar hoy, desde la práctica escénica, al sistema de convenciones del teatro actual? ¿Cómo perturbar al espectador del siglo XXI enseñando “las cosas que no queréis ver, gritando las simplísimas verdades que no queréis oír? En definitiva, ¿sigue siendo relevante preguntarse “cómo se llevaría el olor del mar a una sala de teatro o cómo se inunda de estrellas el patio de butacas?”

Sin título es el resultado de la exploración de estas cuestiones.

Esta investigación ha girado en torno a dos ejes principales:

· En cuanto al contenido, se ha partido del corpus de textos lorquianos metateatrales y surrealistas: Comedia sin título, Así que pasen cinco años, El público, los Diálogos y otras piezas breves de corte vanguardista y Poeta en Nueva York.

· Con respecto a la forma, se han estudiado las propuestas de los creadores escénicos post-realistas y la historia de la performance y el arte de acción del siglo XX, así como las tendencias de lo teatral y lo performativo de la primera década del siglo XXI para tratar de construir un lenguaje propio que haga uso de los códigos contemporáneos y se ponga eficazmente en relación con el espectador de nuestro tiempo.

Sin título. Un imposible a partir de textos de Lorca

El proceso de creación de Sin Título nace a partir de una residencia artística en Nave73 de un grupo de actores y creadores, con la colaboración y ayuda de la compañía GRUMELOT, con el apoyo y formando parte del festival SURGE MADRID 2019.

Autoría y dirección

Íñigo Rodríguez-Claro y Carlota Gaviño

a partir de textos de Lorca y del propio elenco.

Elenco

Maitane Aspe Fid, Estibaliz Gil Rodríguez, Gonzalo Gómez, Olga Hernández, Pablo Labaig, Carlos Laguna, Marian Moncho Borja, Angélica

Moyano, Susana Plaza Carro, Carlos Pulpón y Mario Tello.

NAVE 73

MIÉRCOLES 8  y 15

JUEVES 9 y 16

Funciones a las 18:00 y las 20:30

Asistente a la dirección artística

Javier Rojo, Carlos Hermay

Espacio sonoro

Íñigo Rodríguez-Claro

Dramaturgia

Íñigo Rodríguez-Claro y Carlota Gaviño

Coreografía

Lucas Condró

Fotografía

Dani Jaén

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